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Por favor, ¡quítate esa máscara! (o el secreto de una marca personal fuerte)

19/6/2017

26 Comentarios

 
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Seria, segura de si misma, con respuesta para todo, un poco altiva, intimidante y autoritaria en ocasiones… Así se porta una persona con marca personal fuerte, pensaba yo.
 
Sí. Al principio de mi carrera creía que había que actuar de una determinada forma para tener una marca personal fuerte en el mundo corporativo. Me fijaba en mis jefes y pensaba que era así como había que posicionarse. Al fin y al cabo ellos habían llegado a ser jefes. Serios, seguros de si mismo, con respuesta para todo, un poco altivos, intimidantes y autoritarios en ocasiones… Ese para mi era el modelo a seguir en el mundo de los negocios. Y así fue como me empecé a perfilar lo más parecido posible a él.

Por las mañanas, al llegar al trabajo, me ponía en modo “consultora perfecta” con respuesta para todo. Seria, segura de mi misma, y hasta me han llegado a decir que intimidaba en ocasiones. Sí, sí, yo.
Luego tuve un jefe diferente. Me enseñó que hay otra forma. Que se puede ser jefe sin ser intimidante, profesional sin tener respuesta para todo, y seguro de ti mismo sin ser tan serio. Y es más, la persona con la que he trabajado más a gusto y quien ha sacado lo mejor de mi, ha sido Simon. El inglés más británico que el té con scones, a la vez que más español que la tortilla de patatas. Un profesional con escuela, que me enseñaba, me inspiraba y motivaba, me dejaba espacio para hacer y equivocarme y me hacía reír con sus chistes traducidos literalmente del inglés, o cuando apretaba sus nalgas desnudas contra la pared acristalada de nuestras nuevas y relucientes oficinas, omitiendo sonidos de mono encerrado.
 
Y empecé a preguntarme: ¿dónde está el secreto de una marca personal fuerte? Y poco a poco me fui dando cuenta:
 
Ya tienes una marca personal fuerte. Está dentro de ti. Más o menos guardado detrás de la máscara del buen profesional, del ejecutivo agresivo, de la superwoman, según cada caso.
 
La marca personal no puede ser sólo una proyección de lo que pretendes representar. Eso sería como un barniz barato: rascas un poco y todo ese brillo se va. Tu marca personal no puede tener como objetivo “vender” una cosa que en realidad no eres. Porque el precio de hacerlo acaba siendo altísimo, y lo terminas pagando tú, en forma de cansancio supremo (imagínate la cantidad de energía mental que necesitas para pretender ser algo que no eres), conflictos de valores, malestar profundo, desilusión y a la larga hasta burnout.
 
Porque piensa por un momento: ¿Para qué sirve una marca personal? ¿Para parecerte cada vez más a tu jefe y ganar lo que gana él o ella? ¿O para causar mayor impacto positivo en este mundo, marcar una diferencia, aportar un valor único y apreciadísimo a los demás y sentirte realizado y feliz por ello?
 
En esa definición, ¿cómo sería una persona con una marca personal fuerte? En mis talleres surgen términos como: auténtica, coherente, constante, con confianza en si misma, ilusionada, feliz, y con el foco en los demás en vez de en si misma, porque “te hace sentir importante”.

Es curioso como todos ya sabemos que ser auténtico tiene mucho peso en el éxito de tu marca personal. Pero parece que nos resulta más fácil u oportuno fingir.
 
Sin embargo, la autenticidad siempre tiene mayor impacto que lo pretendido. Cuentan por ahí que el legendario poeta y cantautor Leonard Cohen, famoso por sus melodías tristes con letras desgarradoras, al inicio de su carrera componía y tocaba temas alegres. Porque pensaba que nadie iría a escuchar a un tío triste. Al ver que su carrera no despegaba, le pidió consejo a un monje budista. Éste le pidió que le tocara algo. Y al finalizar, tras un largo y sonriente silencio le dijo: “Leonard, you should play more sad”. Deberías tocar más triste. Y es entonces cuando nació la leyenda.
 
Moraleja: Deja de intentar proyectar la imagen perfecta. Sé ese ser humano complejo y multidimensional que ya eres. No hables sólo de tus logros y éxitos. Atrévete a compartir más de tus retos, tus miedos, tus equivocaciones y tus aprendizajes que te han hecho lo que eres hoy. Cuando te atreves a mostrarte como eres, cuando eres auténtico y honesto, conectarás de verdad con las personas. 
 
Una alumna de uno de mis talleres recientes lo ilustró muy bien. Ella trabaja como autónoma, y había practicado la modalidad de marca personal de “vender una imagen”. Hasta que no pudo más, y en una ocasión rompió a llorar delante de un cliente. Lo describió como su pesadilla hecha realidad; un escenario que jamás se hubiera imaginado que le ocurriera: Llorando y sincerándose delante de un ¡CLIENTE!
 
En el taller ella compartió lo que le había pasado a partir de ahí. La reacción de su cliente, lejos de ser de rechazo, fue una de comprensión y la relación con su cliente cambió de una relación meramente mercantil a una empática. En lugar de ubicarse enfrentada al cliente, ahora se siente al lado del mismo, trabajando para conseguir objetivos comunes. Adivina el efecto en su bienestar en el trabajo, en su efectividad, en la fidelización del cliente y en su nivel de facturación.
 
Dirás “ya, pero no todos mis clientes van a reaccionar así”. Cierto. Pero si lo piensas, los que no reaccionan así, quizás no sean tu cliente natural. Quizás les pueda servir mejor otra persona. Y quizás tu combinación única de talentos, gustos, actitud y valores y tu forma de hacer las cosas son más apreciados por otro tipo de cliente.
 
Lo bueno de todo es que no hace falta llegar al punto de romper a llorar. Puedes empezar hoy. Mostrándote un poco más. Pasito a pasito. Mostrándote más vulnerable, sólo un poquito. Compartiendo algunos de tus retos con tus clientes, compañeros, jefes. Revelando sólo un poco más de tu imperfecta humanidad. Y observa qué ocurre.
 
Porque como dice Leonard Cohen en Anthem:
“Olvídate de tu oferta perfecta. Hay una grieta en todo. Es así como entra la luz”.
 
¿Te atreves a aflojar las gomas de tu máscara?


Pregunta de reflexión: ¿Dónde estoy proyectando una imagen demasiada perfecta que no corresponde del todo con la realidad? ¿Y si mostrara un poco más mis emociones, retos, sueños, y preocupaciones… qué efecto tendría sobre las personas con las que trabajo? ¿Y sobre mi?
26 Comentarios
María Francisca García Ruiz
25/6/2019 02:01:36 am

Reflexionando sobre esto me doy cuenta de que, quizás por mi edad, cada vez me pongo menos máscaras. No me preocupa mostrar mis sentimientos, deseos, preocupaciones.....

Como resultado en el ámbito laboral, con mis compañeros, creo que esta actitud mejora mucho las relaciones y facilita el trabajo.

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Claudia link
11/10/2019 03:40:48 am

Gracias por tu comentario María Francisca. Y además, de alguna manera les damos permiso a las personas que nos rodean a hacer lo mismo. A pesar de la cultura del "el que pregunta el último es el más listo". Cambiará en la medida que seamos capaces de liderar con el ejemplo.

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Diana
11/10/2019 12:27:10 am

Me reconforta leer esto. Siempre he sentido que el hecho de no "llevar la máscara" podía ser más una defecto que una virtud.

Lo cierto es que admiro a los jefes que me han tratado de forma sincera y cercana. Si duda son ellos los que han dejado huella en mi vida laboral y personal.

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Claudia link
11/10/2019 03:34:12 am

Muchas gracias por tu comentario Diana.
La gente como tú y esos jefes que has tenido y que admiras al final sois los que hacéis del trabajo un lugar de inspiración, disfrute e innovación. Y es así como aportamos nuestro máximo valor a nuestros puestos de trabajo.

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Isabel
11/10/2019 02:24:58 am

Estoy de acuerdo con el comentario de que segun cumplimos años al mismo tiempo aprendemos a quitarnos mascaras y a "soltar lastre" o desahogarse en situaciones que antes quizás nos callaríamos. Con esto no quiero decir que nos convirtamos en personas mas impertinentes o intolerantes con según que cosas con los demás sino, todo lo contrario, pienso que pequeñas cosas del día a día, parar a pensar en un momento dado o escuchar a un amigo, un compañero, un hijo, enfadarse, reconciliarse, etc; ponernos en la situación del otro por un momento e intentar solucionar el problema juntos, exponiendole tu punto de vista desde la calma pero con valentía, pese a que sepas que lo que le vas a decir no le va a gustar..., poco a poco nos convierte en personas sin máscaras y autenticas con los demas y con uno mismo.

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Claudia link
11/10/2019 03:37:11 am

Y personas más realizadas, que a su vez inspiran a los demás con su ejemplo. No puedo estar más de acuerdo, Isabel!

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NOELIA
14/10/2019 04:54:27 am

Al empezar a leer la historia me he acordado de cuando empecé a trabajar,.. primero tuve un jefe mas serio, era mas controlador con sus empleados, en el departamento no habia buen ambiente, habia mas tensiones xq habia que sacar el trabajo y los objetivos eran ascender.. Hace 6 años cambie de jefe y es totalmente como dice la historia, mas cercano, se pone en la piel de los trabajadores cuando hay problemas, hace equipo, no hay mascaras ni competencias, hay buen ambiente, bromas, ambiente mas relajado... Mi jefe dice que cada uno en el área tenemos nuestro rol siendo cada uno de su propia manera de ser...
No tenemos que forzarnos a dar una imagen que no somos porque lo único que nos lleva eso es al fracaso, al estres, al agobio y a la no felicidad. Si nos equivocamos, alzamos la mano y corregimos y si acertamos, celebramos!

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Claudia link
15/10/2019 02:18:00 am

Noelia! Me encanta leer tu historia y el impacto que tuvo en vuestros resultados y forma de trabajar. Tienes un tesoro :) Gracias por compartirla.

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Laura
4/11/2019 07:37:07 am

Desde que empezamos a estudiar, y más aún en la universidad, nos pedían con frecuencia elegir alguna personalidad que nos hubiera marcado, alguien que nos inspirase, que nos sirviese de modelo a seguir.
Es curioso, me doy cuenta de que no los elegí por cómo actuaban, sino por qué actuaban así. No era su labia, ni haber alcanzado éxito profesional... eso era lo que parecía en un principio. Sin embargo, el motivo real de que yo admirase a esas personas eran sus valores, los cimientos de su personalidad, la fidelidad a su ser, lo que hacía que tuviesen éxito. No hay que frustrarse por no alcanzar lo mismo que otros; quizás no tenemos los mismos "por qués" en la vida. Nuestra marca debe reflejar esos "por qués".

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Claudia
4/11/2019 09:12:53 am

Laura, me encanta cómo defines los valores. Y sí, nuestros valores deberían marcar nuestra definición del éxito. Que efectivamente es diferente para cada uno de nosotros. Gracias por tu reflexión!

Responder
Juan
7/1/2020 10:57:02 pm

Muy buen texto. Yo aprendí (eso creo yo) a quitarme la máscara, a "soltarme el pelo" en el trabajo hace años, y desde entonces creo que me fueron mejor las cosas dentro de la empresa. Estoy de acuerdo que en este mundo (en general), se valoran las personas auténticas, sin máscaras. Después, se congenia más con unas personas que con otras; eso es inevitable.

En la actualidad, me enfrento a una situación distinta, nueva, y que me cuesta gestionar, y es el hecho de que mi jefe está en otro país, los encuentros físicos son ocasionales (6-7 días al mes) y siempre con una agenda muy apretada, con lo que me es difícil mantener una relación cercana con él, hablar "de mis cosas". Su idioma, que es distinto, y aunque lo hablo, no lo domino hasta el punto de poder expresar las emociones como lo hago en español, y esto también lo encuentro una barrera.

Estaré encantado de comentarlo y profundizar durante las sesiones de la próxima semana.

Un abrazo.

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Claudia link
9/1/2020 11:36:02 am

Juan, me encantará que nos cuentes tu experiencia el día que nos veamos. Comprendo tu reto. Y te ayudaremos a encontrar formas para gestionar tu nueva situación, desarrollando una relación de cercanía desde la distancia y en otro idioma. Porque en el fondo, nuestra Esencia habla Esperanto ;)

Responder
Silvia
14/1/2020 02:49:46 am

Yo al igual que al principio de la historia, en mi trabajo tenía un jefe más serio e intimidante y esto provocaba que no estuviera segura con lo que hacía.
Con los años fui cambiando de puestos hasta llegar en el que me encuentro actuamente, aquí me puedo mostrar tal como soy. Tengo confianza conmigo misma y con el equipo que tengo por lo que si me equivoco, no dudo en reconocer el error y aprender de ellos, Trabajo mucho más ilusionada y feliz.

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Claudia link
14/1/2020 02:54:32 am

Silvia! Estoy de acuerdo contigo en que esto de mostrarme como soy es un camino. Y seguramente además de tener un ambiente más propicio para mostrarte como eres en la actualidad, tú también habrás evolucionado y te atreves cada vez más a ser tú misma. Nuestro premio: la ilusión y felicidad en el trabajo! Y en nuestras vidas :)

Responder
Sara
27/1/2020 08:45:52 am

Pude comentarlo durante el curso, tuve la suerte de tener un director que "empujaba" a "fallar". Impulsaba al agente a hacer, a cometer rápido los errores para poder aprender y corregir de manera dinámica y aprender de ello. Creo que esto, es algo que consiguió plantar la semilla, y ayudo a perder los miedos a cometer errores.
¿...Quien pregunta el ultimo es el mas listo? el mas listo, es el que consigue llevarse las tareas claras y le permite realizar su trabajo en la dirección correcta. que sentido tiene permanecer con las dudas por el miedo a no preguntar?

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Claudia link
27/1/2020 10:28:36 am

Recuerdo tu comentario Sara, y me encantó. Crear espacio para el error, es decir para el aprendizaje. Crear espacio para que el equipo pueda asumir su responsabilidad. Desde su sabiduría, y desde su Esencia.

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Sebastian Dominguez Cruz
3/3/2020 12:51:33 am

En general yo nunca he proyectado una imagen perfecta o cuasi-perfecta de mi; en mi caso me considero una persona sencilla y nunca he entrado en estas cosas ni he tenido intención de hacer esas cosas.
Sobre mis emociones, solo las llego a exteriorizar con personas que me generan confianza; en este punto nunca tengo problemas con expresar lo que siento, mis problemas e inquietudes.Con el resto de personas (que no me generan mucha confianza), quizás puedo exteriorizar algún aspecto personal, pero sin grades profundidades.

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Claudia link
3/3/2020 01:36:03 am

Sebastián, gracias por tu comentario. El hecho de que nunca tuviste la necesidad de complacer, habla mucho de ti: enhorabuena, porque no es lo habitual. Y en cuanto a la confianza y las emociones o la vulnerabilidad, en el segundo día del curso descubrirás herramientas que espero te sean muy útiles para conectar con las personas de todo tipo. Que lo disfrutes mucho!

Responder
Javier Ojeda
3/3/2020 04:40:19 am

En el mundo laboral, dependiendo de la cercanía o no de las personas con las que colaboro, es posible que la proyección de una imagen parcial sea posible. Conforme las relaciones en este ámbito maduran, el que aparezcan emociones suele ser más habitual.

Responder
Claudia link
3/3/2020 06:46:23 am

Graciar Javier! Lo más normal y lo más productivo, ya lo verás!

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Inmaculada
3/3/2020 08:24:34 am

Intento ser fiel a mí misma. Voy por mi propio camino. Nunca me preocupó hacer una pregunta "tonta" y me muestro con la mayor naturalidad posible. Al fin y al cabo, la personalidad de cada uno termina saliendo, no voy a engañar a nadie y menos a mí misma.

Responder
Claudia link
3/3/2020 08:32:35 am

Tú lo has dicho Inmaculada: la personalidad de uno termina saliendo. Cómo era: se pilla antes a un mentiroso...

Responder
Paz
14/5/2020 05:07:33 am

Al leer la historia, he pensado en mi historia profesional, donde ha habido buenos jefes y otros no tan buenos.
Los jefes muy dominantes con una "máscara" son los que proyectan miedo y provocan inseguridad y eso puede marcar tu vida laboral.

Ahora en la situación actual, he encontrado a un jefe que como responsable es genial y como persona magnífico.
Es ese tipo de personas que te deja ser uno mismo, genera confianza y no existe el miedo a preguntar o equivocarse, te valora y siempre te enseña y te dejar ser uno mismo..
con los años te das cuenta que no es necesario ponerse una máscara, hay que mostrarse como se es y no tener miedo al ridículo..
Muchas veces la vergüenza hay que dejarla de lado....

Responder
Claudia link
14/5/2020 05:15:36 am

Gracias por tu comentario, Paz. Totalmente de acuerdo en tu diagnóstico de que las personas con máscara actúan desde el miedo, y por tanto surten el efecto contrario al que pretenden. De alguna manera tenemos "antenas" para detectarlo, verdad?

Y sí, la vergüenza que no nos deja ser quienes realmente somos... Hay un truco para hacerla desaparecer al instante, y es hablar de lo que nos avergüenza. Dice Brené Braun que la vergüenza vive de no ser pronunciable.

Ah, y enhorabuena por haber dado con tu actual responsable :)

Responder
Jose
13/11/2020 12:44:15 am

Cuando he leído la reflexión que haces sobre que entendías sobre un buen jefe, me he visto a mi mismo en el inicio de mi carrera profesional. Debe ser una persona autoritaria, algo distante, que manda sólo con la mirada,... Pero conforme he ido trabajando he encontrado mi propia definición de lo que debe ser. Los puntos principales sobre los que debería pivotar (que no pilares porque debe poder moverse) son liderazgo y que sea capaz de hacer llegar a sus subordinados más lejos de lo que ellos llegaron. Esto último me lo enseñó uno de mis jefes, aunque desgraciadamente no se aplicaba la lección.
Cada uno tenemos nuestra propia visión y nuestra marca, el problema es que no siempre las empresas son capaces de aceptarlo y quieren aplicar lo que ellas llaman "homogeneidad y experiencia única de cliente" no dejando desarrollar su marca personal a los trabajadores.

Responder
Claudia link
14/11/2020 09:09:04 am

Gracias por tu comentario, Jose. Esto de la "homegeneidad y experiencia única del cliente" daría para una interesante reflexión sobre cultura y valores, y en qué medida debe haber una cierta solapación entre mis valores y los corporativos. Yo creo que somos nosotros los responsables de elegir empresas que estén alineadas con mis valores. Habitualmente, la gente entramos en las empresas por currículum, y salimos por valores.

Y sí, el buen líder crea líderes. Sin miedo. Me encanta esa visión del liderazgo.

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    ¿Qué convierte a una vida en una vida bien vivida? En este blog trato las claves que me voy encontrando en mi experiencia, en mi práctica de coaching y en mis clases y talleres. Sin un orden particular. Déjame tus preguntas y reflexiones en los comentarios.

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