Liderazgo en tiempos de transformación

¡Vaya ritmo llevamos! Y no estoy hablando de las prisas que caracterizan el mundo del trabajo. Me refiero a la la velocidad exponencial del cambio en el que estamos inmersos, fusionando el mundo físico, digital y biológico, impactando y transformando todas las disciplinas, economías e industrias.
 
Por nombrar sólo unos cuantos, y sin orden particular: La desintermediación o Überización de la economía, la robotización, coches autónomos, machine learning, la impresión 3D, la realidad aumentada, chatbots, el internet de las cosas, el big data, la ciberseguridad, la ingeniería genética, el biohacking…
 
Cada una de estas tendencias abre un mundo de posibilidades que tocan múltiples ámbitos de nuestra vida profesional y personal. Y encima son combinatorios, es decir pueden complementarse y construir unas sobre otras. Las consecuencias pueden ser positivas o negativas. Pero en todo caso, serán exponenciales.
 
Sin ánimo de entrar en los escenarios utópicos y distópicos, me pregunto qué requiere esto de nosotros como líderes.

Y llego a la conclusión de que es fundamental que asumamos nuestra responsabilidad personal, centrándonos en qué podemos hacer para darle un uso positivo y sostenible a todo lo que nos ofrece la tecnología. Como personas relacionadas y líderes resonantes tenemos la obligación moral de centrar nuestra creatividad y energía vital en utilizar las posibilidades que nos brinda la tecnología de una forma positiva y constructiva, con el fin de crear un mundo mejor.
 
Ahora, la tecnología misma nos posibilita generar un efecto multiplicador mucho más pronunciado que nunca antes en la historia (valga como ejemplo change.org). ¡Tenemos más poder que nunca para generar cambios positivos! Y tenemos más responsabilidad social corporativa que nunca. Y no me refiero al departamento o a la Fundación, sino a la tuya como integrante de un tejido empresarial.
 
Y cuando todos hagamos eso, habremos cambiado el obsoleto paradigma del crecimiento por el crecimiento por el paradigma de la maximización del bienestar de las personas, animales y de todo nuestro medio. Utilizando todos estos increíbles desarrollos en un sentido positivo para crear un futuro con mayor bienestar y menor sufrimiento.
 
Así que si te abruma la velocidad del cambio, y te preocupan los problemas éticos y de sostenibilidad que puede acarrear, recuerda que la pregunta no es ¿cómo puedo utilizar esto en mi beneficio?, sino ¿cómo puedo aprovechar esto para mejorar la vida de mi cliente, mis compañeros, cualquiera de mis stakeholders, de una forma sostenible?
 
Y pon tu creatividad en marcha. ¡Y la de tu gente, a la que le encanta un reto en positivo!
 
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